Tras escribir algunas de las páginas más brillantes del equipo blanco, Juanito se enfundó la camiseta del Málaga y volvió a Chamartín en enero de 1989. Bernabéu a reventar y ovación antes del partido y tras cada intervención. El viola es el que usará en el Artemio Franchi, pero fuera, el uniforme podrá ser blanco, rojo, azul o verde. El luso va podr detrás de Leo Messi en la carrera por el ser el máximo goleador de la Liga: «No me preocupa el Pichichi, aunque ya veremos lo que pasa en los dos últimos partidos». El Barça disputará los grandes partidos de la temporada, incluido el del campo del eterno rival, con una camiseta amarilla con las cuatro barras de la senyera cruzadas, según ha desvelado este sábado el diario Sport. No será extraño que la próxima temporada, las gradas del Camp Nou luzcan algo más amarillas vistas en la distancia. Visto en perspectiva y después de los récords que hemos visto en las dos últimas temporadas, los 38 goles que marcó Hugo Sánchez en la temporada 1989-90 parece un récord menor.
Tras una primera del conjunto blanco mediocre en la que el Mallorca se adelantó en el marcador, el luso puso toda la carne en el asador y tiró del equipo a base de goles hasta terminar con el sueño bermellón de imponerse al todopoderoso conjunto blanco. Atesoran 12 victorias, dos empates y una derrota; 40 goles a favor y 10 en contra en los 15 partidos que han disputado fuera de su feudo. Ovacionado casi cada vez que tocó el balón, Redondo admitió tras el encuentro que fue uno de los partidos más complicados de su vida. El resultado 0-4 ha sido merecido con un Madrid que, con testosterona y buen juego, dejó sentenciada la eliminatoria y confirmó (modo ironía) que Julen Lopetegui sobraba desde hace tiempo en el banquillo madridista. Madridista hasta la médula, Juanito casi se equivoca de vestuario cuando el árbitro pitó el descanso. Un tanto que fue aplaudido por un amplio sector de los aficionados que acudieron al estadio madridista. Al final del partido, Raúl le cogió del hombro y le acompañó al Fondo Sur en lo que fue un homenaje espontáneo e improvisado, con todo el estadio aplaudiendo a rabiar.
Fichado en 1997 para convertirse meses después en uno de los héroes de la Séptima, camiseta real madrid su paso por el Real Madrid estuvo marcado por los goles y por la sociedad que formó con Raúl González Blanco en el ataque. El Real Madrid alza el sábado en Balaídos el telón de la temporada 2019-20. A las puertas de la competición llega el equipo blanco rodeado de incertidumbre, la generada por los daños de la pasada campaña y que no han encontrado alivio en una pretemporada errática y en la que las heridas parecen aún supuran. La primera equipación destaca por sus pocas rayas, rompiendo con recientes equipaciones del Dépor, mientras que la segunda y la tercera están inspiradas una en la bandera gallega, y la otra es negra. Muy bien por la equipación suplente. Redondo, que en la elecciones del año 2000 había mostrado su apoyo a Lorenzo Sanz, no acabó bien con la Directiva entrante y que protagonizó su venta, pero nada frenó el homenaje del Bernabéu. Fernando Morientes sobre el imponente transporte, bien decorado, del club turinés.
Son muchos los jugadores que han regresado a Chamartín con la camiseta de otros equipos, pero Navas entrará directo al club de las despedidas más emotivas, donde están jugadores como Juanito, Redondo, Van Nistelrooy, Gordillo o Fernando Morientes. Marzo de 2003. El Bernabéu se llenó hasta la bandera para un Real Madrid-Milan que tenía como gran protagonista a Fernando Redondo, que volvía a su casa tras ser vendido tres años antes. Probablemente, tercera equipacion real madrid porque el jugador regateó con maestría su vuelta a casa. Así que el retorno de Van Nistelrooy a su casa no fue de blanco sino a rayas. Ruud van Nistelrooy fue otro de esos jugadores que conquistó al Santiago Bernabéu en muy poco tiempo. El Santiago Bernabéu se quedó con las ganas de ver a Alfredo di Stéfano con la camiseta del Espanyol. El regreso de Juan Gómez Juanito con la camiseta del Málaga al Santiago Bernabéu es uno de los más emotivos de la historia del Real Madrid. La final de Copa del Rey entre el Athletic y el Barcelona disputada el 5 de mayo de 1984 pasó la historia. Van Gol volvió en enero de 2012, en un partido de Copa del Rey y el Bernabéu casi rozó el lleno para verle a él.
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